Winter is coming

Hacía tiempo que tenía pendiente leer Winter is coming, de Garry Kasparov. El libro es un recorrido por la historia reciente de Rusia, desde la caída del muro de Berlín y un poco antes, pasando por la caída de la Unión Soviética, los años de Boris Yeltsin y la dictadura de Vladimir Putin.

Creo que es mejor saber que no saber, pero con algunos viajes pasa que se disfrutan mientras estás allí pero luego te da una sensación de miedo retrospectivo. Ya me pasó cuando leí Gomorra años después de haber estado en Nápoles. Y con este libro de Kasparov me ha pasado lo mismo. Me trae recuerdos del guía que que tuvimos en Moscú, un chico de Kazán, cuando anecdóticamente nos decía que iban a hacer una especie de “speaker’s corner” en un parque, y que eso no tenía sentido en la Rusia de Putin. Yo he estado en esa Rusia de Putin y además estuve en un momento relativamente importante que es cuando se dejó de hacer el paripé y Medvedev volvió a ceder el testigo a Putin.

Tiene un título malo el libro, Winter is coming recuerda a Juego de Tronos (serie de la que no he visto ningún capítulo) y en el epílogo Kasparov dice que es precisamente sua amistad con el creador / productor (no recuerdo) de la serie le da título al libro. Yo lo habría titulado algo así como “la dictadura de Putin”. Además, muy convenientemente, al menos que yo sepa, no está traducido al español. Esto es muy relevante porque en estos tiempos de coronavirus estamos viviendo un recorte a nuestras libertades de movilidad y de expresión que recuerdan mucho a ambientes ya lejanos en el tiempo como la Guerra Civil española y actuales pero lejanos en distancia como Venezuela o Rusia.

Dice Kasparov que las dictaduras comunistas son mucho peores que las dictaduras llamadas de derechas. El motivo que da es empírico: países como Chile o España, después de muerto o derrocado su dictador han salido adelante mientras que en los países comunistas no es así. El comunismo es uno de los grandes males, si no el peor, de la humanidad.

Rusia es la más grande de las repúblicas soviéticas. Eso es algo de lo que me hice consciente estando allí. URSS significa unión de repúblicas socialistas soviéticas. Cada república de esas es realmente un país que étnica y culturalmente no tienen nada que ver los unos con los otros. En muchos de ellos el ruso es una lengua impuesta. El colapso de la unión soviética se tradujo en que muchas de esas repúblicas se independizaron. Otras no. Siempre hay guerra en Rusia dicen, este libro de Colin Thubron lo recoge bien; por otra parte, el libro es un rollo. Pero ¿qué significa eso de que siempre hay guerra? Significa que el ejército de Moscú llega y mata. Lo ha hecho en muchos sitios y Kasparov es exhaustivo con ello, está bien que lo sea. Lo hizo en Bakú, actual capital de Azerbaiyán y de donde es originario el propio Kasparov; en Bakú se encargaron de expulsar a la minoría armenia (Kasparov es de una familia mixta). Eso lo hizo Gorbachov, endiosado en occidente, pero tan malo como los demás. Más recientemente lo han hecho y siguen haciendo en Chechenia y, como no, en Ucrania ante la total pasividad de occidente.

De esa pasividad se queja Kasparov. Lo único que necesitan los malos para ganar es que los buenos no hagan nada. Es lo que está pasando con Rusia: dejamos hacer. Seguimos haciendo negocios con ellos. Aunque lo parezca, no necesitamos el gas ruso para vivir, hay alternativa. Putin es un dictador que aniquila la libertad de expresión, encarcelando o directamente matando a enemigos políticos (Kasparov dice que su fama lo ha protegido, estaría muerto si no), Litvinenko por ejemplo fue envenenado con polonio radiactivo y murió en Londres. No es el único caso.

Mientras tanto, sólo Estados Unidos cuando tiene administraciones republicanas (el libro es pre Trump) hace algo, Bill Clinton y Obama han sido presidentes desastrosos en política internacional. Europa ya la doy por perdida, Alemania cierra centrales nucleares, importa gas de Rusia sin buscar alternativa real y tiene a Schröeder, el presidente anterior a Merkel directamente como presidente de Rosneft. Lo menos que se debería hacer es afearle la conducta a Putin y bloquear las cuentas en el extranjero de todos sus amigos, a los que tanto gusta gastar su dinero fuera de Rusia, en cosas tan entretenidas por ejemplo como clubes de fútbol.

Sorprenden actitudes dentro de la propia Rusia, incluso de gente que en su momento escapó de la URSS. Fetisov, la gran estrella del hockey sobre hielo. Soy pesimista con hacia donde se dirige el mundo. Pocos lugares quedan ya donde se pueda realmente vivir libremente, y donde el estado no te quite más o menos la mitad de tu dinero, que se usa principalmente para adoctrinar.